Lo que en el Invierno 2015 parecía la oportunidad de mostrarse en un equipo llamado grande, terminó como un subibaja en la carrera de Kenneth Dixon.
El delantero firmó en ese torneo con Alajuelense, pero la poca oportunidad recibida y las lesiones le impidieron ganarse un campo.
En dos años, la carrera del futbolista se convirtió en un vaivén, pues esta será la segunda oportunidad que juega a préstamo, nuevamente con el Santos de Guápiles, el equipo al que la Liga lo compró en aquel entonces.
A inicios de junio, Dixon estaba ilusionado, ya se había recuperado de una ruptura de ligamento en la rodilla derecha y empezaba la pretemporada con los rojinegros, pero días después el técnico Benito Floro lo descartó.
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Él asegura que salir de la Liga también fue una decisión suya, porque cuando supo que no iba a tener minutos, optó por buscar otro rumbo.
"Ya ha sido mucho tiempo esperando la oportunidad en la Liga, no se ha dado, entonces creo que lo mejor era salir. Con Benito iba a tener poca participación y yo ya no estaba para eso".
Su lucha ahora será por retomar nivel de competencia y ser una pieza importante en el equipo caribeño.
"Siempre uno desea estar en un equipo grande, pero es una oportunidad para mí también, salir y jugar en un equipo llamado pequeño para volver a tomar ritmo", comentó.
El sinsabor por no consolidarse en el conjunto manudo es evidente, pero en este momento pone toda su energía en encontrar la estabilidad que desde el 2015 no ha tenido.
Ese año llegó lesionado, se reintegró, pero Javier Delgado no lo utilizó. Después asumió la dirección José Giacone y fue el encargado de enviarlo a Guápiles, por primera vez a préstamo.
Aunque volvió a la Liga, poco después apareció la grave lesión de rodilla y ahora se da su retorno a tierras limonenses.
"Nunca tuve la opción de jugar tres partidos seguidos en la Liga, entonces me queda como esa espinita porque nunca pude mostrarme en un equipo grande", aseguró.
Reecontrarse con el Santos es una ventaja en la búsqueda de sus objetivos, pues ya sabe cómo se maneja el equipo al mando del técnico Johnny Chaves, por lo que asegura que la adaptación al grupo fue sencilla.
"Conozco al entrenador y él me conoce, entonces sabe lo que le puedo dar y yo entiendo lo que me pide; estamos trabajando bien".
Dixon no solo se anima por la posibilidad de jugar, sino también de hacerlo en la Liga de Concacaf, un torneo que reúne a 16 clubes y cuyo campeón jugará luego la denominada Concachampions.
"Las expectativas son altas, espero cumplirlas, aportar al equipo. Es un equipo que tiene tiempo de estar peleando cosas importantes y la exigencia va a ser máxima".